miércoles, 30 de noviembre de 2011

El síndrome de Las Vegas

Así fue como N bautizó el síndrome bajo el cual vivimos varios (si no es que casi todos) aquí, cuando el otro día, mientras comíamos una rica sopa de cebolla que A cocinó para nosotras, nos dimos cuenta de que todas nos sentíamos igual. ¿A qué me refiero?

Aquí el ritmo de vida es muy diferente, la semana no está marcada de forma tan clara, la división entre semana y fin de semana casi no se nota . La mayoría no tienen muchas clases, las más temprano empiezan a las 9, y casi todos tienen al menos un día de la semana libre, si no es que más. Por otro lado obscurece desde las 4 de la tarde, y por más que trates de convencer a tu mente que las apariencias engañan, que todavía no es de noche, es imposible, aquí la noche es larga, muy larga. Lo más normal es que estés a las 2 de la mañana en la cocina preparándote un té, escuchas a tu vecino hablar por skype, escribes un mensaje en facebook (a alguien de aquí ( en México es normal que estén despiertos, todavía es temprano)) y te contestan inmediatamente, están despiertos, están haciendo lo mismo que tú, aquí todo cierra temprano y todo mundo se va a vivir a sus computadoras. Da lo mismo si son las nueve de la noche o las 3 de la mañana.

En las mañanas se duerme, suena la alarma a las 11 de la mañana y todos siguen en pijama. Hoy tuve clase de 9 a 11, luego fui a correr, regresé me bañé y estaba empezando a prepara mi comida (por ahí de las 2 de la tarde) y sale de su cuarto P (el hindú que no logra localizar México en un mapa) como si se acabara de caer de la cama, se había dormido a las 6 am perdiendo el tiempo, se acababa de despertar. Te despiertas a las 2 y te quedan dos horas de luz, empiezas a vivir de noche. Why is everybody always in their pijamas? me pregunta J, quien se sigue poniendo camisa todos los días, abotonada hasta el cuello. O el vecino del cuarto de arriba de A que tiene la costumbre de aspirar todos los días a la 1 de la mañana, A siempre está despierta y no le molesta, solo le causa mucha curiosidad, pero el domingo que se le ocurrió aspirar a las 10 de la mañana lo quería matar, “Esas no son horas de aspirar”.

Es difícil tratar de no caer en el ciclo, yo hago todo lo que puedo por despertarme "temprano", cuando platico es cuando me doy cuenta de que si hago muchas cosas, pero siempre quiero tiempo para hacer más. Me gustan los domingos.

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