El año pasado me hubiera gustado leer más libros de los que leí, aunque hice muchas otras cosas de las cuales estoy orgullosa y otras que recuerdo mucho y de las que no me arrepiento, definitivamente fue un año especial.
En 2010, después de dos años y medio por fin me titulé, ¡Ahora sí, Díganme Licenciada! es algo con lo que hasta soñaba y nada más no me dejaba disfrutar mi tiempo libre hiciera lo que hiciera, siempre pensaba en que "podría esta haciendo mi tesis".
Corrí más, entrené, por primera vez seguí un entrenamiento al pie de la letra y el 12 de septiembre terminé el medio maratón de Chicago con una sonrisa que no podía borrar. Cruzar la meta fue la cereza en el pastel después de dedicarle tres meses a pararme a correr con dos grandes amigos todos los sábados.
El año pasado aprendí y gracias a alguien descubrí más cosas de las que conocía después de 6 años de estar viviendo en el D.F. Descubrí un mundo que me gustaba pero del que sabía que no soy parte. Es difícil poner en palabras o tratar de resumir todo lo que fue el año pasado para mi, ya que no solo conocí muchos lugares como galerías, museos, pueblos mágicos, grupos, ni tampoco solo aprendí mucho más de lo que sabía de cine, películas que no conocía y que me ahora se me quedaron grabadas, o una infinidad de grupos y canciones que ahora tengo en mi cabeza, aprendí mucho más, conocí una parte nueva de mi y creo que crecí.
Ahora empieza el 2011, que parece que va más rápido que su hermano menor, ya que sin darme cuenta ya pasó la primer semana. No se lo que me espera, pero por lo pronto ya tengo nuevas metas: voy a correr un maratón y espero terminar el año estudiando mi maestría.
También hay varios libros que quiero leer, espero que me alcance el tiempo. De los que más me emocionan son IQ84 de Murakami que por fin este año salen las ediciones en español y en inglés, todavía no me he decidido en que lo voy a leer. Otro que sale en español este año es el último de Houellebecq "La carte et le territoire", ya fue hace mucho que leí las PartículasElementales y no lo recuerdo todo a detalle, me acuerdo lo que lo disfruté. Gracias al Péndulo y a mi tarjeta de ecobici conseguí el de The Infinite Jest de David Foster Wallace por solo 230 pesos, se ve ambicioso pero también divertido y espero poder platicar de él a mediados de año. Otro que ya está también formado en mi (nuevo) librero es el de The Rest is Noise de Alex Rossque es el crítico de música del New Yorker y este es su primer libro en el cual a través de la música te narra la historia del siglo XX, ese es de los que más ganas tengo de leer. Y muchos otros más, entre ellos El Buda de los Suburbios de Kureishi que acabo de descubrir y ya entró a mi lista de favoritos.
En fin, ya les iré contando.
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