viernes, 17 de agosto de 2012

Un poco del Verano



Finalmente salieron los sapos, desde que llegué esperaba con miedo el día en que me los empezara a encontrar en el camino, pues aquí llueve todo el tiempo y vivo a lado de un rio y cruzo una especie de pantano todos los días para ir a la universidad.  Así es, le tengo fobia a los sapos y ranas, no me importa que se me atraviese una rata enorme en el camino, o encontrarme una tarántula en la esquina de mi closet…pero no me pregunten como corro si veo aunque sea una ranita. Y ya hubiera querido yo que solo fueran ranas las que hay por aquí, el otro día en la noche después de tomar algo en el bar de la universidad con A y N, veníamos regresando por el camino de siempre pero ahora más obscuro cuando de repente empezaron a salir, en un trayecto de menos de 200 metros, los cuatro sapos más grandes y feos que he visto (sin contar uno que estaba en una pecera en el acuario de chicago), obviamente no me quedé a analizarlos pero mínimo eran del tamaño de mi puño cerrado, mínimo.  Nueva regla: no regresar caminando de noche.

Por otro lado supongo que es por esto del calor, la humedad y el rio, pero ya no puedo dejar abierta la ventana de mi cuarto. Ayer peleé contra un mosco que parecía salido de Jumanji y me tuve que parar en la noche a sacar una palomilla que se había metido y logró mantenerse escondida todo el día.

Todo esto pasa mientras pierdo la noción de los días de la semana, los lunes son exactamente igual que los domingos, pero nada los diferencia de los viernes. Despertar, correr, yoga, desayunar, hacer tesis, a veces cocino, hacer tesis o no hacer tesis y estar preocupada de tener que estar haciendo la tesis, sin hacerla, ver Facebook demás y jugar a tomar fotos, de repente siempre son las 12 de la noche, acostarme, leer un rato y dormir. Y así transcurren los días. Ya me quedan solo dos semanas, me urge terminar antes de que me vuelva loquita.

Mientras tanto en la universidad el torneo de frisbee está con todo, o como ellos le llaman el “Disc Golf European Tournament”. Y eso que durante un año yo creía que eran botes de basura aleatoriamente acomodados en los jardines del campus eran nada más y nada menos que los “hoyos” del campo de “Disc Golf”, todos lo juegan muy concentrados, pero desde el quinto piso de la biblioteca todos se ven como si estuvieran en un picnic, o buscando huevos de oro.  

Pero no todo es tan dramático como suena, la verdad la paso muy bien. También a sido un verano muy divertido con muchas escapadas a Londres, comiendo hamburguesas, cantando (gritando) y bailando (brincando) al ritmo de Blur. K nos ha llevado a mi y a F a comer en los restaurantes más buenísimos de Londres, cada visita es un festín.

En fin, se acabo mi descanso y regreso a trabajar, solo espero que si algún día llaga mi tal “príncipe azul” no llegue disfrazado de sapo, porque si no nunca lo voy a encontrar. 

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