martes, 22 de febrero de 2011

No distance left to Run


"Dear Jimena,


I am pleased to inform you that we wish to make an unconditional offer to you. Congratulations!"



Así empieza el mail que me cambió el día.


La semana pasada finalmente terminé de mandar todas mis aplicaciones, LSE fue la última, ya no me quedaba nada más que esperar. No más cartas de recomendación, no más ensayos, no más tramites, solo mucha paciencia (y los dedos cruzados). Así que el viernes me fui yo sola al museo del Chopo a ver el documental de Blur, No Distance Left to Run , que debo de confesar que yo no soy la gran conocedora de Blur pero lo que conozco y por como lo he ido conociendo me gusta mucho. El documental está muy bueno (en mi humilde opinión de una matemática que disfruta sobremanera la música sin conocer mucho de ella) ya que no se percibe como un documental enfocado 100% a su música, su trayectoria o la crónica de un concierto en particular, o una telenovela en la que se separan y se reencuentran, si no que todo se aprecia muy natural, como una historia entre amigos que siempre fueron amigos, que de pronto ya no se toleraban pero que en realidad nunca paso nada.

Lo disfrute mucho, Tender es de las pocas canciones que se pueden escuchar casi completas, descubrí que resulta que Damon y Graham se conocieron nada más y nada menos que en Colchester un pueblo a unos cuantos Kilómetros de Londres del cual yo no sabía de su existencia hasta hace un par de meses cuando empecé con mis aplicaciones, ya que la Universidad de Essex tiene su campus de Matemáticas ahí. Desde el principio Essex fue mi Safe Bet, sabía que era en la que tenía ligeramente más oportunidad de que me aceptaran pero aún así no estaba segura de que lo fuera lograr. Y por otro lado le hacía “el feo” por no estar en Londres si no a una hora de…. Pero ahora que lo pienso, ¡¡¡Qué diablos!!! A una hora de Londres, eso no es nada, y junto con la ayuda del documental le empecé a tener un poco de cariño.

En fin, hoy en la mañana mientras estaba en mi (cada vez más) aburrido trabajo, recibí EL CORREO, estaba tan emocionada que no me dio miedo abrirlo, no me pasó por la cabeza que existía la posibilidad del “Gracias por participar” . Lo que sentí al leer las primeras frases es casi imposible de describir, me paré fui al baño, me metí a un cubículo y me puse a llorar de la emoción (sí, a llorar, ¡y qué!). ¡Lo logré! Es un hecho, me voy a ir. Regresé a mi lugar, volteé a ver mi calendario y conté, 6 meses, solo 6 meses más.

Sigo con los dedos cruzados, faltan dos más, y a mi me falta mucho por correr.

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