martes, 17 de mayo de 2011

Déjà vu (O sobre la distribución normal)

Desperté a la una de la tarde, siempre me enojo un poco cuando me despierto tan tarde, siento que pierdo toda la mañana en la que puedo hacer un montón de cosas de esas que solo haces en domingo. En fin, era de esperarse me había dormido a las 6 am.

Me metí a bañar, desayuné un huevo revuelto con más queso y jamón que huevo y me salí dispuesta a aprovechar lo que quedaba de mi día. Quería ir al Tamayo, me gusta mucho, los domingos es gratis y no había visto las nuevas exposiciones.


Solo a mi se me ocurre salir a caminar cuando parece que va a caer una tormenta, por suerte llegué al museo sin mojarme. Entré, vi un poco de la exposición que está en la sala principal de la izquierda, que ni recuerdo el nombre y al no ser tan importante, para mí, ni si quiera quiero buscarlo en Google. Di varias vueltas sin que nada me llamara mucho la atención, una serie de videos y fotos de los viajes de Rufino Tamayo y su esposa, en el patio principal una “escalera contra incendios” que no lleva a ninguna parte. Ya en la salida me di cuenta de que había una sala más. Measuring the Universe de Roman Ondák. (¡Yuhuuuuuuu!) No me acordaba ni de cómo se llamaba él, ni la instalación, ni pensé que me la fuera a encontrar en otro lado.


En 2009 fui a NY, fui al MoMA y en una de las salas estaba justamente la misma instalación. Fue de lo que más me gustó, de lo que más me acuerdo y de lo que más platicaba, no se por que nunca investigué más, quizá hasta ahí llego mi curiosidad en ese momento.


La instalación consiste en que en un cuarto blanco todos los visitantes al museo se miden, sí así como lo hacías en la pared de tu cuarto o atrás de la puerta de la cocina, y a lado de la raya horizontal marcada con un plumón negro escribes tu nombre y la fecha. Eso es todo. Conforme de va llenando la pared se va formando una bonita distribución normal extendida por todo el cuarto, se ve claramente la media, la dispersión, los outliers, los altos y los chaparros, la densidad. Literalmente en la pared del museo se va dibujando la distribución (al menos de una muestra) de personas del universo. Ya que al ser un museo, sobre todo en el caso de NY, va gente de todos lados.


Me encanta la idea. Ahora que tengo “documentación” de la misma instalación puedo comprobar dos cosas, va mucho más gente al MoMA que al Tamayo; y dos, acá estamos más chaparros, aunque para eso no necesitaba ver la distribución en una pared para comprobarlo.


Acá les dejo las fotos:


La vista general de la sala en el MoMA.




Aquí está la foto en donde se supone que está escrito mi nombre:


Ahora aquí está la vista de la sala en el Tamayo:



Y por último aquí está mi nombre, como ven la densidad es mucho menor y aquí si se ve, además soy más alta que Brenda.









Fue un buen domingo, de regreso salió el sol y ya no me dolía la cabeza.